sábado, 25 de abril de 2009

Las vueltas que da la vida

Recuerdo que en el verano del 99 pasé quince días con mi familia en una aldea de Asturias llamada Querúas. Solíamos coger el coche para movernos por todo el Principado, y en una de esas paramos un día a comer en una venta en la que había muchas fotos de un chaval vestido con la camiseta del Joventut, así como una camiseta y unas botas blancas de básquet enormes. Pregunté a los dueños de la venta que quién era el chico de las fotos, y me explicaron que era su hijo Borja, que estaba en las categorías inferiores de la Penya.
Esperé durante años a que aquel chaval asturiano llegara a la primera plantilla del equipo verdinegro, pero no volví a saber de él hasta que hace tres o cuatro años vi en Marca que un tal Borja Fernández dejaba el Cai Zaragoza de baloncesto para pasarse al equipo de balonmano de la ciudad.
Desde entonces le he seguido en cierto modo la pista, mirando sus estadísticas un par de veces al año. Aunque el tipo no se haya convertido en un crack del balonmano, al menos ha conseguido estar siempre, desde su cambio de deporte, en la liga Asobal, donde se le puede ver cada fin de semana vistiendo la camiseta del Teucro de Pontevedra.

5 comentarios:

yiyo dijo...

Hay muchos casos de estos.

Hasta meses antes del Draft Allen Iverson no lo tuvo nada claro si presentarse a la NFL o a la NBA. Parece ser que era un fantastico quaterback

Estoja dijo...

Gran historia y curiosísima. Grandísimo que te acordases del nombre del chaval.

David Mosquera dijo...

Por cosas como estas me molas, me identifico plenamente con tus historias!!!

Y otra cosa: http://antipablomotos.blogspot.com/

jota dijo...

Qué bueno, que diría Oliveros.

Chaves dijo...

grande la historia, marion jones antes de doparse y correr (y saltar) se dedicaba al basket en la universidad y al parecer era una autentika crack!!!